Entrevista a Franc Sernac, autor de La Terapia del Todo

Traemos hoy una entrevista a Franc Sernac, autor de la La Terapia del Todo.

¿Quién es Franc Sernac?

Franc Sernac es ante todo una persona sencilla.

Soy un terapeuta del pie, y desde que me gradué en ciencias de la podología hace más de dos décadas llevo arrastrando una serie de inquietudes que he ido recolectando a lo largo de todos estos años de terapias. Durante todo este recorrido algo siempre iba conmigo. Nunca logré entender cómo la medicina aceptaba ciertas aptitudes como normales. Esa sensación de no controlar nada me acompañaba todos los días. No era ni mejor ni peor que mis colegas, simplemente era uno más, salvando todas las distancias que se hayan de salvar, y considerando que en un cómputo global creo haber hecho mucho bien a mis pacientes.

Pero mis inquietudes estaban solas o al menos eso pensaba yo. Por la razón que fuese a nadie parecía importarle lo más mínimo.

Desconocemos las verdaderas variables que rigen nuestras afecciones. Los tratamientos en una inmensa mayoría de ellos son sintomáticos y el hecho de sanar hasta ahora se nos torna prohibido. Y decir esto hay que decirlo con mucho cuidado porque crea asperezas. Un día simplemente paré mi carrera, no me quedaba otra, pues lo que me habían enseñado distaba mucho de complacer a cualquier lógica que se preciase. Empecé a abrir mis miras y al terminar el último año de medicina china y metido de lleno en su tesina me perdí entre lecturas y libros. El resultado de todo aquello fue esta obra, que dicho con mucho cariño solo espero que remueva, aunque sea un poco algo dentro en alguno de ustedes.

¿Qué nos vamos a encontrar en este libro?                                           

El libro es un viaje en un intento de encontrar ese lugar cuya gente pueda llegar a contestar aquellos interrogantes que llevan acompañando al ser humano desde siempre; aunque últimamente no hayan sido mucho de dominio público. Quizás las preguntas que el libro se plantea puedan darnos algo de esperanza y consuelo, pero sus respuestas estarán lejos de traernos tranquilidad y desasosiego.

Estamos convencidos en nuestras vidas cotidianas que todo los que nos han enseñado, y como consecuencia de ello, lo que ponemos en práctica en nuestros entornos laborables ha sido un camino natural, y por tanto el único camino que se podía haber dado; que nuestro nivel de conocimientos es el que es y no podía ser otro, queriendo pensar que en el largo camino evolutivo de toda ciencia, sobre todo en la que nos concierne aquí, la ciencia médica, no ha habido ninguna otra intención que no haya sido la búsqueda de todo lo estrictamente verdadero.

La terapia del todo no solo es un riesgo, sino que es el mayor de los riesgos.

Lo primero porque no se conformará con nada que no sea el todo; y lo segundo, porque decir a la ciencia que trata la medicina que dejó hace tiempo de preguntarse sus cuestiones más fundamentales, no es grato. Todos los que lo han hecho han pagado su precio. La ciencia médica en algún lugar y en algún momento de su tiempo se quedó a mitad de camino; no quiso bajar a la sala de máquinas donde se cuece todo en este mundo, en este universo.

¿Por qué esta ciencia se creyó con el poder de excluir al ser humano del universo y de todo lo que existe por sí?

Por alguna extraña razón el ser humano estaba hecho de otra pasta, completamente diferente a todo lo demás.

La terapia del todo pretenderá dar una explicación del por qué nuestras ciencias de la salud generan cantidades ingentes de dinero cuando en nuestras vidas reina el dolor y el malestar en todas aquellas afecciones de largo recorrido que nos acompañan en buena parte de nuestras vidas. La cronicidad es la mayor aliada de nuestras enfermedades, convirtiéndose en la mayor responsable de todas nuestras muertes. Y todo esto dicho desde la más absoluta humildad y sencillez.

¿Por qué debería interesarme este libro?

Esta obra, aunque solo sea bajo un leve arañazo quiere hacer intuir el abismo. Ese lugar donde es posible que nazca todo; el lugar donde nacen todas las partes. ¿Desde cuándo no nos preguntamos de qué estamos hechos?  ¿Cuáles y cómo son las piezas fundamentales que nos constituyen? y ¿cómo se tratan entre ellas? Solo por hacernos estas preguntas y por sus posibles respuestas puede que ya merezca la pena. Un libro que en sí mismo no es nada, pues es fruto de otros tantos más cuyos autores, catedráticos y científicos de renombre, empezaron hace tiempo una revolución de nuevos conocimientos, y con ello unos cambios en los paradigmas que sustentan nuestro conocimiento.

Estas preguntas no solo resultarían vitales para nuestra medicina sino para cualquiera de nosotros que alguna vez nos hayamos sentido indispuestos.

Nos hablaron de unas cositas llamados átomos. Pero estos no se entendían, y además, supuestamente no tendrían nada que ver con el funcionamiento del cuerpo humano. Por mandato académico la verdad habría de encontrarse mucho más arriba. Éramos y seguimos siendo solo materia. Ahí, quietecita y sin moverse para así dar gusto a todos nuestros sentidos. Bioquímicos, biólogos, médicos y demás aislaban en aquellos laboratorios teledirigidos sus moléculas y células, y empezaban con sus ensayos y errores a alimentar el error más grande cometido a lo largo de toda la historia de la medicina. Este, no fue otro sino el de excluir de sus tubos de ensayo a una realidad que no podía ser metida en ellos, junto a la ciencia que lo contemplaba y la única que nos lo contaba todo; bueno, casi todo.

Porque somos lo mismo que lo que es el universo. Porque somos ondas y porque vibramos. Trabajamos bajo una función de onda y a velocidades lumínicas. Así pues, por esto, por intuir un poquito el abismo de lo que somos y de donde estamos, y por atisbar ligeramente las formas con las que elige la naturaleza abrirse a este mundo, creo que este libro puede al menos, volver a hacernos pensar en lo que no es y lo que debería haber sido.

¿Cómo ha sido el proceso vital que te ha llevado a hacer esta obra? ¿Cómo surgió la idea?  

Realmente esta obra no es fruto de una idea, y ni tan siquiera de un conjunto de ellas. Es más bien una actitud, un comportamiento frente a la vida. Anteriormente hablábamos de inquietudes y en verdad se trata de eso. Toda persona conformista nunca es realmente libre. Tu libertad empieza cuando quieres cambiar algo, sobre todo si ese algo no funciona.

Todo empieza en ese intento de búsqueda de un ente que por definición lo abarca todo, lo sustenta todo y en cuya ausencia no se da la vida. La cosa empezaba un poco a lo grande, pero lo mejor es que terminará en algo sin límites. No controlamos nada antes de que ocurra y nada hacemos para que los males no ocurran. Vamos siempre detrás de cualquier proceso doloso como perrito detrás de su pelota. Como alumno y futuro terapeuta nunca me exigieron otra cosa y no he percibido en ningún otro terapeuta algo distinto a ello.

La medicina lleva atascada mucho tiempo porque el nivel de información donde trabaja es escaso e insuficiente. Muchos son ya los grandes académicos que arriesgándolo todo han querido mostrarnos otro camino, otra dirección ¿Por qué de este libro? Pues verán, un día simplemente te levantas y solo quieres saber por qué no controlas la mayoría de las variables que un paciente trae consigo a tu consulta.

Si tuvieras que quedarte con una frase o párrafo del libro ¿cuál sería?

“Desde mi más temprana edad, había admitido como verdaderas muchas opiniones falsas, y que lo edificado después sobre cimientos tan poco sólidos tenía que ser por fuerza muy dudoso e incierto; de suerte que me era preciso entender seriamente, una vez en la vida, la tarea de deshacerme de todas las opiniones a las que hasta entonces había dado crédito, y empezar todo de nuevo desde los fundamentos, si quería establecer algo firme y constante en las ciencias.”

Descartes

“El ojo ciego, el oído sordo, y la lengua, todavía lo gobiernan todo”

Parménides

Como verán por los autores hace ya muchos siglos que esto se dijo. La pregunta sería, ¿qué ha cambiado? Pero si me lo permiten, otra cita que quisiera resaltar y que también viene de otros de los grandes es la siguiente:

“Cuando hago ciencia me alejo de Dios, cuando hago mucha ciencia, me vuelvo a acercar a Dios.”

Pasteur

¿Has seguido algún método de escritura o de organización para darle vida?

Pues realmente no.

Por un lado, este es mi primer libro, y por otro, entre que soy una persona de ciencias y que la obra empezó a surgir al menos en sus primeros capítulos casi sin darme cuenta pues como que no planteé ningún método, salvo eso sí, el estilo que cada uno tiene a la hora de expresarse.

Luego, cuando realmente me decidí a realizar la obra y tuve que empezar a darle cuerpo sí fue algo más complicado. Demasiadas ideas en la mesa y mucha información que había que canalizar y ordenar. Me preocupaba el orden de la información que quería ir dándole al lector para así que este se fuera sintiendo en la necesidad que querer pasar al siguiente capítulo. No sé si lo habré conseguido, pero considero que cada uno de ellos tiene su contenido propio y están bien entrelazados. Pero es evidente que será el lector el que tenga la última palabra, y estoy convencido que de esta manera el libro se hará cada día mejor.

¿Cómo ha sido el proceso de auto publicación?

Realmente estupendo.

Pasé meses viendo cómo podía publicar mi libro y no me gustaba nada lo que me iba encontrando en el mundo de las editoriales. Pero cuando estaba ya bastante desanimado encontré a Pablo F. Iglesias de ediciones PY, y a partir de ahí todo fue mucho más fácil. Pablo es ante todo muy cercano y muy humano, que es una de las cosas que pido a la hora de establecer una relación. Además, es una persona preparadísima y eso es lo que ha hecho como digo todo mucho más fácil. Me he sentido en todo momento arropado. Ha respetado siempre mis ideas, aportando al mismo tiempo las suyas, que han resultado ser de un valor incalculable. Estoy encantadísimo de cómo ha quedado mi libro y espero y deseo de todo corazón como bien se dijo en su día, que esto sea el comienzo de una gran amistad.

¿Tienes en mente algún proyecto más del que puedas hablarnos?

Rotundamente sí ¿Y por qué enfatizo de esta manera? Muy sencillo, he de cumplir con la promesa que he plasmado en este mi primer libro con todos y cada uno de sus lectores. A la hora de hablar de ciertos temas y habiendo establecido ciertas afirmaciones es de obligado cumplimiento hacerlo. Y es por eso por lo que sí tengo en mente otro libro. Pero será complicado, muy complicado. Los de siempre se encargaron de borrar toda huella. Aun así, lo haremos, aunque el tema en cuestión sea de lo más triste al que nos podamos enfrentar, no solo por la cantidad ingente de muertes que se esconden tras de él, sino por el fondo ruin que hay detrás de todas ellas.

Así que sí, rotundamente sí, y aunque sea un propósito de lo más complejo intentaré proyectarlo de la mejor manera posible.

¿Dónde te pueden encontrar?

El mejor sitio es la propia ficha del libro en Ediciones PY, y desde ahí a los enlaces de compra del libro en Amazon.